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La Lavanda: sus usos, propiedades y forma de cultivo

Lavanda

La Lavanda es un arbusto silvestre que forma parte de la familia de la lamiáceas. Esta florida planta perenne contiene cerca de 60 especies diferentes. Normalmente es asociada con el color púrpura o violeta azulado, sin embargo, sus flores también pueden ser blancas, azules o rosadas.

Esta planta se caracteriza por crecer en las grandes altitudes; a mayor altura, mejor su calidad. La podemos encontrar en la zona del Mediterráneo, Inglaterra, Norte de África, Norteamérica y Australia.

Su aceite es el más utilizado en la aromaterapia y es el más versátil de todos los aceites esenciales. Su fragancia ayuda a relajar, a reducir el estrés y la ansiedad.

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Nombre científico de la lavanda.

Esta planta lleva como nombre científico lavándula officinalis. Su nombre proviene del latín “lavare”, y era utilizada por los romanos en sus baños, por su agradable aroma.

Propiedades y usos de la lavanda.

Entre las principales propiedades y usos de la lavanda, se tiene que:

  • Si se consume en forma de infusión de una a tres veces al día ayuda a tratar diferentes enfermedades como la ansiedad, el insomnio, los dolores de cabeza, las náuseas y digestión pesada, afecciones respiratorias (ejemplo bronquitis y asma), entre otros.
  • Si se usa como aceite tópico, ayuda en caso de quemaduras, heridas en la piel, acné, picadas de mosquitos, jaquecas o migrañas, para aliviar dolores musculares, artritis y reuma.
  • Es muy utilizada para la elaboración de perfumes y aguas de colonia (principalmente en Francia).
  • Ayuda a ahuyentar a los mosquitos e insectos de los espacios. También se puede usar como enjuague capilar para eliminar piojos, larvas y liendres del cabello.
  • Gracias a su poder antiséptico es utilizado por la industria dermatológica para fabricar limpiadores, tónicos y exfoliantes para la piel.
  • Es considerada la joya de la aromaterapia, gracias a sus propiedades medicinales.

La lavanda y la aromaterapia.

Este aceite esencial se obtiene a partir de la destilación al vapor de las flores de la cabeza. Es rica en cariofileno, cumarina, geraniol, limoneno, linalool, linalil, ácido bulírico y ácido valeriánico. Esta composición varía de acuerdo al tipo de lavanda, su forma de cultivo y el clima local donde se cultiva. En promedio de cada 250 Kg de flores de lavanda, se puede obtener aprox. 1 Kg de esencia.

La esencia de lavanda tiene propiedades antiespasmódicas, antisépticas, reconstituyente y cicatrizante, repelente de mosquitos y un calmante en general. Se suele usar para ayudar a personas con trastornos nerviosos; también en caso de heridas, quemaduras y acné; afecciones en vías respiratorias y bronquiales; como antiséptico y antiparasitario; entre otros. Es un excelente aceite para usar en la ducha.

Cómo cultivar la lavanda.

La lavanda es un arbusto que suele desarrollarse en zonas soleadas y rocosas. Procede de las altas montañas del Mediterráneo, sin embargo, en la actualidad también crece en América del Norte, Australia y en el Norte de África.

La lavanda es una planta que requiere de ciertas condiciones particulares para su cultivo. Lo primero que debemos tomar en cuenta es si la vamos a cultivar directo al suelo o en una maceta. En cualquiera de los dos casos, este tipo de planta requiere recibir un promedio de 6 horas de luz al día.

La lavanda requiere de suelos alcalinos y bien drenados. Los suelos que no drenan, suelen ser húmedos y este tipo de planta no es resistente a la humedad.

Si vas a cultivarla directo al suelo, deberás tener en cuenta de no hacerlo cerca del otros árboles que le resten luminosidad o que no permitan una adecuada aireación. Por otro lado, es importante considerar que la lavanda es una planta que suele alcanzar un volumen importante una vez que comienza a crecer, por tanto es conveniente sembrarlas con cierta distancia de otras plantas, de manera de no entorpecer su desarrollo ni el de su entorno. Asimismo, es importante que no se encuentre hacinada para que pueda fluir el aire y ayudar a que los suelos se sequen con rapidez en caso de lluvias. El riego más indicado en este caso es el de gota a gota. El riego por aspersión está contraindicado ya que la planta puede desarrollar hongos y enfermedades.

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Si vas a cultivarla en una maceta, se sugiere que ésta tenga por lo menos entre 30 y 40 centímetros de diámetro, con agujeros que permitan un adecuado drenaje y que estén ubicadas en lugares luminosos. Otra sugerencia es utilizar macetas de barro, de manera que la porosidad de este material ayude a evitar a que el agua se estanque. En este caso el riego debe realizarse cada 10 días aprox.

En cuanto a la poda de esta planta, la podemos hacer a principios de la primavera o en otoño, es decir, antes y después de su época de crecimiento. Inmediatamente después de la poda, podrás observar que la planta se tornará de aspecto pobre, esto es normal, notarás que en poco tiempo aparecerán nuevos brotes.

Por otro lado, es importante eliminar las flores marchitas de la lavanda. Esto ayudará a prevenir la formación de hongos y enfermedades. Adicionalmente, esta limpieza ayudará a la formación de una nueva camada de flores.

Por último, se sugiere no desechar los tallos obtenidos de la poda. Puedes utilizarlos como esquejes para nuevas plantaciones de lavanda o, si lo prefieres, ponerlos a secar y utilizarlos para aromatizar ambientes (decoración estilo Country o popurrí aromático).

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