Saltar al contenido

Principios del Método Pilates

Metodo-Pilates-Principios

Los Principios del Método Pilates son fundamentales para poder obtener todos los beneficios que nos ofrece esta disciplina. En algunos casos, las personas aprenden estos principios de manera lógica y lineal; y en otros casos, los aprenden en la medida que hacen los ejercicios y sus cuerpos lo reflejan.

Estos principios o elementos son muy sencillos y cuando los aplicamos en la realización de los ejercicios, obtenemos una considerable calidad de vida. Por eso, para practicar esta disciplina debemos vivir el momento presente. Estos principios del Método Pilates son:

Respiración.

Es conocido por todos que la respiración es una función fisiológica de nuestro cuerpo que podemos realizar de manera consciente o inconsciente. En Pilates, mientras realizamos los ejercicios, debemos estar siempre conscientes de nuestra respiración. Mantener una correcta respiración nos permite nutrir los músculos que estamos utilizando, así como expulsar las toxinas que se encuentran almacenas en ellos.

Liberar el cuerpo de toxinas, a través de la respiración, incrementa nuestra resistencia, alivia los dolores musculares, nos ayuda a despejar la mente y nos permite sentirnos más relajados.

Te puede interesar conocer: El Pilates para embarazadas

Ahora bien, la respiración de Pilates es más profunda, puesto que no se realiza en la parte superior de los pulmones. En este caso se requiere aprender a respirar llevando el aire hacia la espalda, esto es, hacia la zona de las costillas flotantes. Es decir, en lugar de expandir la parte frontal del pecho o del vientre, debemos tratar de llevar el aire a la zona lumbar.

En el Método Pilates, la respiración debe ser lenta y continua. Adicionalmente, debe procurarse que las inhalaciones y las exhalaciones tengan más o menos la misma duración, con la finalidad de que el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono sea óptimo.

Según el Método Pilates, en el caso de principiantes la respiración debe realizarse en 3 tiempos; en el caso de alumnos de nivel intermedio debe ser en 5 tiempos; y para un nivel avanzado debe ser en 8 tiempos.

Relajación.

Otro de los principios del Método Pilates que resulta importante aprender es la relajación. Esto consiste en que mientras ejercitamos y fortalecemos una parte del cuerpo, el resto se debe mantener sin tensión. Es decir, mientras ejercitamos una zona del cuerpo, debemos estar pendientes de que el resto de las zonas no implicadas en el ejercicio sirvan de apoyo, pero estando relajadas. Es por esta razón que, al practicar esta disciplina, solemos liberar tensión corporal. Es muy común que las personas, al terminar una clase de Pilates, sientan que han eliminado estrés corporal y mental.

Concentración.

Cada movimiento que realizamos durante una sesión de Pilates, se centra en una parte del cuerpo, requiriendo mucha atención de nuestra parte para que dicha zona se ejercite correctamente. A medida que nos concentramos en una parte específica de nuestro cuerpo, mejoramos sustancialmente la calidad de nuestros movimientos. El Método Pilates está compuesto por movimientos controlados y coordinados con la respiración, de manera de lograr obtener un cuerpo coordinado, armonioso y flexible.

Cuando somos conscientes de nuestros movimientos, el cerebro y el cuerpo trabajan de manera conjunta y armoniosa, logrando resultados mucho más efectivos y duraderos en el tiempo. En Pilates, lo importante no es número de repeticiones que realicemos, sino la correcta ejecución de los ejercicios y, para ello, la concentración es algo clave.

Control.

Los ejercicios del Método Pilates se realizan mediante concentración, respiración, estiramiento y coordinación. El control es uno de los principios del Método Pilates clave para conseguir la calidad en los movimientos. Su creador, Joseph Pilates, lo llamó “Contrología” debido a que es una disciplina en donde el control de los músculos se logra a través de la concentración, la coordinación y la respiración.

Cuando una persona comienza a practicar esta disciplina, resulta muy común que exista una fase de torpeza. Algunos de los ejercicios implica mover partes del cuerpo que no acostumbramos usarlos de manera simultánea. La práctica hace al maestro, y poco a poco observarás como irás ejecutando los movimientos con mayor facilidad y gracia.

Te puede interesar conocer: Anclaje positivo PNL

Fluidez.

La fluidez al momento de realizar Pilates, viene dado por el hecho de que cada uno de sus movimientos o ejercicios conduce a otro. El final de un ejercicio es el inicio de otro. Suele ser tan sutil, que no se percibe el cambio, no se percibe cuándo ha terminado un movimiento para dar paso al siguiente. Desde esta perspectiva es como si se tratase de una coreografía de baile.

En Pilates, los movimientos son lentos y fluidos, exigiendo precisión, concentración y control físico. Los movimientos varían entre estiramiento y fortalecimiento de los músculos, al mismo tiempo que respiramos al realizar cada ejercicio o postura.

Al igual que en el Tai Chi Chuan, los movimientos no se realizan de manera entrecortada o atropellada, todo lo contrario, se realizan de manera fluida y continua.

Además de los principios del pilates, también te puede interesar