¿Qué es el Alzheimer?
El Alzheimer es una enfermedad neurodegenerativa y se caracteriza por un deterioro cognitivo y trastornos en la conducta. Es la forma más común de demencia que afecta a las personas mayores, ya que suele aparecer después de los 60 – 65 años.
Las estadísticas indican que 1 de cada 10 personas mayores de 65 años tiene Alzheimer, motivo por el cual se ha convertido en la enfermedad que más preocupa a este segmento de la sociedad. A medida que ha ido aumentando la esperanza de vida del ser humano en el mundo, también lo ha hecho el porcentaje de personas con esta enfermedad.
Síntomas del Alzheimer.
El Alzheimer es una enfermedad que se desarrolla lentamente, ya que puede durar de 7 a 15 años desde que es diagnosticada. Las personas que padecen esta enfermedad pierden progresivamente sus recuerdos y su identidad hasta no reconocer el mundo que los rodea.
En un principio, se afectan las partes del cerebro que controlan la memoria, el pensamiento y el lenguaje. Por ello resulta normal que las personas con esta enfermedad no recuerden sucesos que ocurrieron recientemente o los nombres de algunas personas. Es decir, se produce un deterioro cognitivo leve.
Al transcurrir el tiempo los síntomas empeoran. Las personas comienzan a tener dificultades para comunicarse: hablar, escribir y/o leer. Dejan de reconocer a sus familiares. Olvidan cómo realizar tareas simples como cepillarse los dientes o peinarse.
A medida que avanza la enfermedad, pueden comenzar a desarrollar cuadros de ansiedad y agresividad, y llega un momento que requieren cuidados permanentes. Es cuando el enfermo depende en su totalidad de una tercera persona. Es en esta etapa en donde se genera mucho estrés entre los familiares, ya que tienen que encargarse de su total cuidado.
Te puede interesar conocer: Cultivo de lavanda
En resumen, los síntomas del Alzheimer son:
- Pérdida de la memoria y problemas con el lenguaje (hablado y escrito).
- Pérdida de objetos y desorientación en el tiempo y el espacio.
- Problemas para realizar pensamientos elaborados.
- Dificultad para hacer tareas simples como cepillarse los dientes y peinarse.
- Cambios en el estado de ánimo (desarrollo de cuadros de ansiedad, depresión, retraimiento social y agresividad).
Etapas o fases del Alzheimer.
El Alzheimer se caracteriza por tener tres etapas o fases, a saber:
- Etapa o fase leve. En esta fase la persona suele presentar pérdida de la memoria sobre eventos recientes, ejemplo: una conversación sostenida hace unos minutos con otra persona, recordar qué desayunó ese mismo día en la mañana, etc. Comienzan a aparecer síntomas de desorientación en el tiempo y el espacio; por ejemplo: no recuerda el lugar donde se encuentra, no recuerda bien cómo llegar a lugares que siempre ha frecuentado, no recuerda la fecha en la cual se encuentra, etc. También comienza a tener cambios de humor, como son depresión, apatía y ansiedad.
- Etapa o fase moderada. Comienzan a aparecer problemas con el lenguaje (hablado y escrito), en donde las personas presentan dificultades para hablar y comunicarse. En esta etapa la persona no recuerda cómo vestirse o cómo comer. Comienzan a tener dificultad para reconocer a las personas con quienes convive (familiares y amigos). Comienzan a tener descuido con la higiene personal. La dependencia de otras personas es mayor. Presentan signos de fatiga. Comienzan a desarrollar características agresivas y obsesivas en su conducta.
- Etapa o fase grave. En esta etapa se ven afectadas todas las facultades intelectuales del individuo. Comienzan a aparecer síntomas mucho más graves como rigidez muscular, ataques epilépticos, temblores, incontinencia urinaria y fecal. La persona puede no reconocer a nadie, inclusive puede que no reconozca su propio rostro. La mayoría de los casos de Alzheimer culminan con la persona en cama y requiriendo alimentación y nutrición asistida.
Nota: La duración e intensidad de cada etapa o fase puede variar dependiendo de cada persona. Recordemos que se trata de una enfermedad que afecta a un órgano sumamente complejo, como es el cerebro.
Causas del Alzheimer.
El Alzheimer es una enfermedad de la cual, hoy en día, aún se desconoce su causa y origen. Se encuentra en proceso de investigación. De momento, los científicos consideran que el Alzheimer es una enfermedad producto de factores genéticos, el estilo y la calidad de vida de las personas y el medio ambiente en donde se desenvuelven.
Sin embargo, aunque las causas de esta enfermedad no se conocen en su totalidad, lo que sí está totalmente comprobado es el efecto en el cerebro; y es que el Alzheimer mata las células del cerebro y reduce en un alto porcentaje la sinapsis que se realiza entre las neuronas.
Algo que han observado los científicos es que el cerebro se reduce de tamaño y que se evidencia la presencia de dos proteínas llamadas “proteína beta amiloide” y “proteína tau”, responsables de afectar las funciones cognitivas del cerebro.
Diagnóstico del Alzheimer.
Inicialmente, el diagnóstico del Alzheimer se basa en las observaciones clínicas (neurológicas y psicológicas) realizadas por un médico y por los familiares de la persona afectada.
El especialista realizará diferentes evaluaciones intelectuales para obtener mayor información sobre el paciente y, en caso de requerirlo, solicitará la realización de imágenes cerebrales: tomografías y resonancias de manera de descartar otra patología. No existe una prueba única definitiva para diagnosticar el Alzheimer. El mismo se obtiene mediante la observación continua del paciente y con la ausencia de la confirmación de otra enfermedad.
Tratamiento del Alzheimer.
En la actualidad no existe un tratamiento que pueda curar el Alzheimer. Sin embargo, existen algunos fármacos que ayudan a impedir por un corto tiempo que los síntomas empeoren. De momento, los fármacos ayudan a mejorar la calidad de vida del enfermo, aunque sea en un porcentaje muy pequeño.
En el caso de esta enfermedad es muy eficaz el uso de tratamientos no farmacológicos, como son:
- Realización de actividades cognitivas que ayuden a ralentizar el proceso degenerativo de esta enfermedad. Ej.: jugar ajedrez, leer, hacer crucigramas y sudokus, etc.
- Minimizar el estrés y los cambios muy bruscos en las rutinas diarias del enfermo.
- Realizar ejercicios físicos y llevar una alimentación saludable, baja en azúcares, gluten y grasas. El motivo es que los científicos entienden que hay una relación directa entre el Alzheimer y las enfermedades cardíacas y la diabetes, sin embargo, aún no logran determinar cómo funciona exactamente dicha relación.
- Se recomienda hacer uso de la información, habilidades y hábitos que se aprendieron durante los primeros años de vida. El motivo es que éstos son los últimos conocimientos que se pierden a medida que avanza la enfermedad. Esto ayuda a mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.
Prevención del Alzheimer.
Para poder prevenir el Alzheimer, debemos tomar en cuenta los factores de riesgos detectados para esta enfermedad. Recordemos que la misma aún se encuentra en proceso de investigación. Por tanto, comencemos hablando de estos factores de riesgos:
- Predisposición genética. Estudios científicos han revelado la existencia de una mutación de tres genes que pueden hacer que una persona herede la posibilidad de desarrollar el Alzheimer. Sin embargo, es importante destacar que estas mutaciones sólo se presentan en menos del 5% de las personas con esta enfermedad. Como su origen o causa aún es incierto, aquellas personas que tengan un familiar de primer grado (padres y hermanos) con Alzheimer deberían estar más alertas ante la posibilidad de desarrollar la enfermedad, ya que al parecer su riesgo es un poco más alto.
- Síndrome de Down. Investigaciones indican que el gen que origina el Síndrome de Down aumenta en un alto porcentaje el riesgo de desarrollar el Alzheimer. De hecho, los síntomas comienzan a aparecer de 10 a 20 años antes que el resto de la población, considerado como un Alzheimer precoz (aparece entre la cuarta y la quinta década de vida).
- Sexo. Los estudios revelan que las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar Alzheimer.
- Traumatismos craneales. Las personas que hayan sufrido algún traumatismo craneal, tienen mayores riesgos de desarrollar Alzheimer.
- Estilo de vida. Hoy en día, aún no se ha podido comprobar en su totalidad que el estilo de vida de una persona pueda influir en el desarrollo del Alzheimer. Sin embargo, cada vez más los médicos hacen hincapié en que vivir de manera saludable y evitar ciertos vicios ayudan a minimizar otras patologías que sí suelen relacionarse con el Alzheimer, como son las enfermedades cardíacas y la diabetes.
Centrándonos en el último punto, se puede concluir que si bien no existe un método comprobado y definitivo para prevenir el Alzheimer, muchas investigaciones arrojan que si trabajamos en reducir enfermedades cardíacas y diabetes, se disminuye el riesgo de padecer Alzheimer.
Los estudios indican que muchos de los factores que aumentan el riesgo de desarrollar enfermedades cardíacas, también aumentan las posibilidades de desarrollar Alzheimer y demencia vascular. Es por ello que recomiendan:
- Realizar ejercicios físicos y mentales.
- Realizar actividades de estimulación social.
- Evitar la obesidad
- Cuidar la presión arterial.
- Vigilar los niveles de colesterol en sangre.
- Prevenir la diabetes.
- Evitar el tabaco, inclusive la exposición como fumador pasivo.
- Llevar una dieta alta en frutas y vegetales. De hecho muchos médicos recomiendan la dieta mediterránea (alimentos frescos y bajos en grasas saturadas).
Te puede interesar conocer: Sándalo aromaterapia
Estadísticas del Alzheimer.
- Es una enfermedad que mayormente se presenta después de los 60 – 65 años.
- Los estudios indican que 1 de cada 10 personas mayores de 65 años tiene Alzheimer.
- Una vez diagnosticada la enfermedad, los pacientes pueden vivir con ella entre 7 y 15 años.
- En la actualidad existen más de 46 millones de personas afectadas por esta enfermedad en el mundo.
- De no encontrar una cura y prevención efectiva, para el 2050 se estima que los casos de Alzheimer se habrán triplicado.