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El Método Silva: quién lo creó, qué es, ejercicios

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El Método Silva parte de la creencia de que todos somos genios potenciales, siempre y cuando, conozcamos nuestra mente y aprendamos a utilizarla de manera diferente. Esta metodología establece que el mundo exterior se puede modificar, si modificamos nuestro mundo interior.

A continuación, te hablo un poco sobre su autor, te explico en qué consiste este método y te dejo un pequeño ejercicio a modo de ejemplo.

Sin embargo, como toda actividad que está directamente ligada a nuestra salud, sea física y/o mental, si decides iniciarte en este método, es importante que lo hagas apoyándote con personas preparadas para ello y en instituciones que estén avaladas y con experiencia. Busca referencias y asesórate con profesionales capacitados en la materia

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¿Quién fue el creador del Método Silva?

Este método fue creado por el Dr. José Silva en la década de los años ´40 hasta los ´60.

José Silva nació en Texas – Estados Unidos, en agosto del año 1914 y tenía ascendencia mexicana. Fue técnico en electrónica, docente y parapsicólogo.

La infancia de Silva fue muy difícil. Su padre falleció, cuando apenas tenía cuatro años de edad. Transcurrido poco tiempo, su madre se casó nuevamente y José, su hermana y su hermano se tuvieron que ir a vivir con su abuela.

La situación económica de su familia era muy complicada, motivo por el cual, siendo apenas un niño tuvo que comenzar a trabajar vendiendo periódicos, limpiando zapatos, entre otras cosas. Aprendió a leer y a escribir, mirando a sus hermanos cuando éstos hacían sus tareas en las tardes.

Su vida comenzó a cambiar cuando, realizó un curso por correspondencia para reparar radios. Esta oportunidad le llega ya que, a cambio a presentar los exámenes en nombre del barbero del vecindario para que éste obtuviese un diploma, José Silva estudiaba diariamente las lecciones y se instruía en la materia.

Una vez terminado el curso y con tan solo 15 años, José comenzó a trabajar reparando radios en toda la ciudad. En pocos años, su negocio se convirtió en uno de los más importantes en toda la zona. Logrando los medios necesarios para que sus hermanos pudieran seguir estudiando y para financiar, lo que más adelante sería su investigación sobre el entrenamiento de la mente.

Su interés por la psicología comenzó cuando ingresó al ejército, mientras le realizaban una evaluación psiquiátrica. Durante la segunda guerra mundial, tuvo la oportunidad de estudiar electrónica avanzada, convirtiéndose en instructor del Servicio de Transmisiones del Ejército.

Posteriormente, retomó su negocio de reparación de radios y televisores, estos últimos comenzaban a aparecer en la vida y los hogares de las personas. Adicionalmente, ayudó a crear los laboratorios de electrónica de la universidad de Laredo (su ciudad Natal).

Su negoció prosperó rápidamente, así como crecía su curiosidad por la psicología. Sus estudios lo llevaron a las puertas de la hipnosis. Una técnica que no sólo estudió a profundidad, sino que también llegó a poner en práctica con sus tres hijos. El punto de partida de Silva se basó en lo siguiente: el cerebro genera electricidad y lo hace con diferentes intensidades (las ondas cerebrales). Adicionalmente, como gran conocedor en electrónica, sabía que el circuito ideal es el que tiene menor resistencia. Por tanto, su planteamiento estaba en si podíamos bajar la resistencia de nuestro cerebro, de manera que éste funcione con mayor eficiencia.

Posteriormente, comenzó a realizar ejercicios de entrenamiento mental a través de la relajación (ondas alfa). Pronto descubriría que esto mejoraría la memoria y la capacidad de comprensión y aprendizaje de sus hijos, inclusive estando en estado de vigilia, es decir, despiertos (ondas beta).

En los siguientes años, el rendimiento escolar de sus hijos así como su inteligencia, mejoró notablemente. Sus investigaciones revelaban que podemos aprender estando en ondas alfa e, inclusive, theta.

Durante los siguientes años, Silva tuvo la posibilidad de entrenar a 40 niños con sus técnicas. En todos los casos, los resultados fueron evoluciones notorias en sus rendimientos.

En los próximos años, José se dedicó a desarrollar cursos de entrenamiento cerebral, en niños y adultos, lo que sería el inicio de la metodología que les explicaré a continuación: el Método Silva.

¿Qué es el Método Silva?

El Método Silva son un conjunto de técnicas estructuradas que ayudan a potenciar las facultades mentales del ser humano, con independencia de su credo o religión. Esta metodología establece que las capacidades mentales de un individuo pueden expandirse, empleando la práctica del pensamiento y la imaginación. También tiene como premisa que el futuro no es algo fijo e inamovible. Se parte de la convicción de que las personas pueden cambiar y que, por tanto, también podemos influir en el futuro.

Esta metodología está enfocada en ayudar a resolver problemas y situaciones que afectan a gran cantidad de personas. Por ejemplo:

  • Tratamientos para el insomnio.
  • Reducción del estrés
  • Tratamientos para las jaquecas empleando la relajación o meditación.
  • Reprogramación cerebral (aquí se observa cómo este método comulga con la PNL).
  • Control de los sueños y su utilidad para resolver problemas.
  • Técnicas para acelerar la memoria.
  • Terapias del dolor.
  • Desarrollar la imaginación y la creatividad.
  • Práctica de la visualización para el logro de objetivos concretos.

En resumen, son técnicas utilizadas para el crecimiento personal, el desarrollo holístico, mejorar la calidad de vida e incrementar el potencial y capacidades del individuo.

El Método Silva fomenta los estados de relajación para producir ondas alfa en nuestro cerebro. Estas ondas nos ponen en contacto con nuestra consciencia interior. Asimismo, esta metodología se interesa en los desequilibrios energéticos y psicológicos (ejemplo: los estados de ánimo) que afectan a las células de nuestro cuerpo, traduciéndose en enfermedades.

Los ejercicios de este método se realizan en estado de relajación física y mental, para así poder reprogramar las áreas del cerebro que sean requeridos. Una vez que la persona está en estado alfa, es cuando se realizan una serie de visualizaciones con los ojos cerrados. Este sistema sostiene que las imágenes son el punto de partida para lograr nuestros deseos.

La idea es emplear la imaginación para modificar las imágenes que anteceden nuestro comportamiento. Es por esto que se considera que influyen en las respuestas físicas y emocionales de los individuos. Se modifican aquellas imágenes que son dañinas o tóxicas en nuestra vida, por otras que nos estimulen hacia un equilibrio físico, mental y espiritual.

Diferentes investigaciones revelan que los pensamientos alteran el estado físico de la sinapsis cerebral. Cuando nos imaginamos haciendo abdominales, con la misma concentración que lo hacemos físicamente, generamos un cambio en el área de nuestro cerebro que corresponde a esos músculos. Tanto así que, hoy en día, las visualizaciones son utilizadas por los deportistas de élite antes de participar en alguna competencia.

El Método Silva establece que las imágenes son la base para formar el pensamiento, y por ello tienen la capacidad de cambiar un estado de ánimo. Las imágenes nos llevan a realizar acciones, siempre movidos por la emoción (sea positiva o negativa). Establece que la creatividad no es heredada, sino que la podemos aprender y desarrollar, empleando para ello la imaginación. Para este método, todo lo que nos rodea ha sido creados dos veces, primero en la mente y luego en la realidad.

Por otro lado, el Método Silva observa en detalle el lenguaje que utilizamos y los pensamientos que vienen a nuestra mente. Esto permite saber qué tipo de mensajes se envían de manera constante al cerebro, lo cual resulta clave a la hora de evaluar el por qué no logramos cumplir una meta. Podríamos estar auto-saboteando nuestros enormes esfuerzos para lograr un objetivo.

El cerebro no entiende de bromas, sino que interpreta todo lo que decimos de manera literal. Las palabras representan símbolos e ideas. Estas ideas generan una cadena de pensamientos. Esta cadena de pensamientos afectan nuestro sistema nervioso y, por ende, el resto de nuestro cuerpo. Es decir, los pensamientos generan emociones. Dichas emociones afectan nuestro cuerpo (de manera positiva o negativa) y también nos impulsan a tomar acciones o a detenernos.

Cuidemos nuestras palabras y nuestros pensamientos, ya que son claves para lograr nuestro bienestar.

A continuación y a modo de ejemplo, te narro cómo podría ser uno de los ejercicios del Método Silva.

Ejercicio de relajación basado en el Método Silva.

Para empezar, debemos adoptar una posición cómoda. Preferiblemente sentados, con la espalda derecha pero relajada y con los pies tocando el suelo. Las manos las podemos poner sobre el regazo y con las palmas hacia arriba. Cerramos los ojos y comenzamos a respirar de manera controlada. Tratando de llevar el aire hacia al abdomen, tomamos aire por la nariz y lo botamos por la boca. Trata de concentrarte en tu respiración. Si vienen pensamientos a tu mente, déjalos ir y nuevamente centra tu atención en la respiración. Procura que la respiración sea pausada, en 3 o 4 tiempos, llenando tus pulmones con la mayor cantidad de aire posible.

Cuando sientas que tu cuerpo comienza a relajarse, incorpora algunas visualizaciones. Realiza una inhalación profunda y al exhalar, visualiza el número 3. Realiza este procedimiento tres veces. A medida que haces estas tres repeticiones, siente como vas relajando todo tu cuerpo de pies a cabeza. Por ejemplo, en la primera exhalación relaja tus pies, piernas, caderas y glúteos. En la segunda, relaja tu abdomen, pecho, brazos y manos. Y en la tercera, relaja tu cuello, espalda, cabeza y rostro. Con este ejercicio, estamos buscando asociar el número 3 con la relajación del cuerpo. Al principio, te será un poco complicado. Sin embargo, en la medida que practiques esta técnica, verás que cada vez te será más fácil llegar a un estado de relajación cuando visualices este número.

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Posteriormente, vamos a buscar la relajación de la mente. Lo primero que haremos será visualizar un lugar que para nosotros represente tranquilidad. Puede ser estar en la playa, oyendo el sonido de las olas, sintiendo el olor del mar. También te puedes imaginar dando un paseo por la montaña, sintiendo el olor a tierra mojada y aire fresco en la cara. No importa el lugar. Lo importante es que sea un espacio que aporte tranquilidad y relajación a tu mente. Una vez hayas realizado esta visualización, realizaremos nuevamente una inhalación profunda y al exhalar, visualizaremos el número 2. Realiza este procedimiento tres veces. Si lo deseas, puedes volver a imaginar ese lugar de descanso y relajación. Tómale unos minutos para percibir todas las sensaciones de estar allí.

Ahora bien, teniendo el cuerpo y la mente más relajados, vamos a aumentar nuestro nivel de concentración y a buscar un equilibrio cuerpo – mente. Para ello realizaremos mentalmente una cuenta regresiva del número 10 al 1. Siempre respirando de manera pausada y profunda. Estando en este nivel de relajación, aprovecha de realizar afirmaciones (repetir frases positivas). Algunos ejemplos son: “hoy decido ser feliz”, “cada día que pasa me siento mejor”, “todo está bien en mi mundo”, “la abundancia es una constante en mi vida”, etc. También puedes aprovechar para realizar visualizaciones sobre aquellas metas u objetivos que deseas alcanzar. Realizar estas afirmaciones y visualizaciones en estos niveles de relajación profunda, permiten crear una motivación positiva en las personas de manera exponencial.

Por último, para salir de este estado de relajación profunda, realiza un conteo del número 1 al 5. Abre los ojos lentamente. Sentirás tu cuerpo diferente. Con la práctica notarás que tu cuerpo dispone de más energía, te sentirás más animado y entusiasta y, por ende, tu salud mejorará.

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