Por difícil que parezca, una sonrisa tiene el poder de cambiar nuestro día. Algunos autores dicen que “la sonrisa es la luz de nuestro corazón”. Tiene la bondad de generar actitudes positivas, abrirnos nuevas puertas, ayuda a acercarnos a los demás, y reduce las tristezas, discusiones y enfados entre las personas. Pero, ¿qué es la sonrisa?
Definición de sonrisa.
La Sonrisa es un gesto o expresión que se produce en el rostro cuando flexionamos los músculos cigomáticos, formando una curvatura en la boca hacia arriba. Dichos músculos se encuentran en los extremos de la boca y alrededor de los ojos. Esta expresión tiene un significado de interpretación universal: alegría, felicidad, buen humor, agrado, placer, etc. En general sobre sensaciones y emociones agradables y positivas.
Fisiológicamente hablando, la capacidad de sonreír constituye una diferencia entre el ser humano y los animales. Numerosos estudios explican que la capacidad de sonreír es una reacción involuntaria que se produce ante determinados estímulos, sin distinción de cultura, edad, ni raza.
Asimismo, se dice que nacemos con esa capacidad y esto se evidencia en niños que, con tan sólo días de nacidos, ya comienzan a sonreír. Inclusive lo hacen aun sin poder ver su entorno y comprender lo que sucede en él.
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Tipos de sonrisa.
Diversos estudios realizados explican que existen varios tipos de sonrisas. Aquí te explico las más comunes:
Sonrisa de Duchenne o genuina.
Debe su nombre al neurólogo Guillaume Duchenne, quien fue uno de los primeros investigadores en tratar de comprender esta expresión del rostro, durante el siglo XIX.
Es la sonrisa más común. Se produce gracias al movimiento de los músculos cigomáticos (ubicados a los extremos de la boca) y el músculo orbicular (ubicado cerca de los ojos).
Surge como una reacción involuntaria ante una emoción genuina y verdadera. Es por esta razón que también es conocida como “sonrisa genuina”.
Sonrisa telefónica.
Expertos en la materia indican que, si bien no se puede observar la sonrisa de una persona mientras hablamos con ella vía telefónica, sí podemos percibir su amabilidad en el trato. La razón es que las sonrisas inciden favorablemente en el tono de nuestra voz y en el tipo de vocabulario que utilizamos mientras conversamos. Sonreír mientras hablamos por teléfono nos predispone a tener una actitud más positiva, amable y compresiva.
Sonrisa profesional.
Es aquella que demuestra cordialidad, sinceridad y confianza. Recuerda que sonreír tiene un efecto multiplicador en las personas, sin importar qué actividad estemos desarrollando. Cuando pedimos un favor y lo acompañamos de una sonrisa, se produce un efecto espejo en la otra persona, generando una vibración positiva o armonía entre ambas.
Sonrisa por compromiso.
Es aquella que no surge por una emoción auténtica o genuina. Se hace por tener delicadeza hacia otra persona, pero realmente, no es espontánea.
EL poder de la sonrisa.
Mucho se habla del poder de la sonrisa; y es que este gesto no sólo cambia la expresión del rostro. Cuando sonreímos nuestro cerebro recibe una señal que le indica que debe producir endorfinas. Las endorfinas, mejor conocidas como las “moléculas de la alegría”, son unas hormonas segregadas en diferentes partes del cuerpo. Una de sus funciones es precisamente reducir el dolor físico y emocional, generando una sensación de bienestar. ¡Qué mejor razón para sonreír, que obtener bienestar en nuestra vida y mejorar nuestra salud”.
Quiero terminar este artículo con una frase que me encantó desde el primer día que la leí: “Todo el mundo sonríe en el mismo idioma”, George Carlin.
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Por tanto, no importa el lugar, no importa si estás acompañado o no, no importa si en estos momentos estás atravesando un momento difícil, SONRÍE. La felicidad no es un destino o meta final, es el trayecto que recorremos en nuestras vidas, día a día.