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Intolerancia a Lactosa: qué es, síntomas, pruebas, tratamiento

Intolerancia-lactosa

¡Soy Intolerante a la lactosa!” Esta expresión se ha convertido en una frase que escuchamos con mucha frecuencia. Entre un 15 y 20% de la población en Europa padece de este problema, en diferentes escalas. Algunos solo deben cuidar un poco su alimentación, y otros se ven obligados a tomar algunos medicamentos o suplementos que ayuden a mejorar esta patología.

Comencemos por explicar un concepto: ¿qué es la lactosa? La lactosa no es más que el azúcar presente en la leche y en otros productos lácteos. La lactosa está compuesta por glucosa y galactosa. Este azúcar se descompone en nuestro intestino delgado, empleando para ello una enzima llamada lactasa. Una vez se disocia la lactosa en nuestro intestino delgado, es que puede ser asimilado por nuestro organismo.

Ahora bien, te debes estar preguntando, ¿qué es lo que hace que algunas personas no toleren la lactosa? ¿Cuáles son los síntomas de esta intolerancia y qué podemos hacer al respecto? Veamos esto con más detenimiento.

¿Qué es la intolerancia a la lactosa?

Como veíamos anteriormente, gracias a una enzima llamada lactasa, el azúcar de la leche o lactosa puede ser disociada en glucosa y galactosa, para finalmente ser asimiladas por nuestro cuerpo.

Cuando estas enzimas no se producen en una cuantía suficiente o, sencillamente, no se producen, nuestro cuerpo no puede digerir la lactosa en el intestino delgado. Acto seguido, pasa al intestino grueso sin ser procesada, en donde se fermenta gracias a las bacterias presentes de forma natural en esa parte del aparato digestivo. Es aquí cuando se producen malestares como gases, cólicos, diarrea, acidez, etc.

Hay un punto muy importante a tener en cuenta. Cuando nacemos, en términos generales, nuestro cuerpo tiene la capacidad de producir suficiente cantidad de lactasa para poder digerir la leche, comenzando por la materna. A medida que transcurren los años, esta capacidad se va perdiendo y es cuando podemos comenzar a tener problemas cuando ingerimos leche o productos lácteos en general. Es por esta razón que el mayor porcentaje de personas con intolerancia a la lactosa, superan los 20 años de edad.

Y es que si nos ponemos a pensar, ¡somos el único mamífero que toma leche toda la vida!

Nota: Existen casos de intolerancia a la lactosa en bebés recién nacidos. La mayoría de esos casos están asociados a nacimientos prematuros y a factores gastrointestinales hereditarios, ejemplo, alguna afección referente al aparato digestivo.

Síntomas de la intolerancia a la lactosa.

Ser intolerante a la lactosa acarrea ciertas consecuencias como:

  • Flatulencia o gases.
  • Espasmos intestinales o cólicos.
  • Distensión abdominal o inflamación.
  • Diarrea.
  • Náuseas.

Como podrás observar, los síntomas pueden confundirse con otras patologías. Es por ello que, si presentas uno o más de estos malestares, te sugiero acudas a tu médico de confianza para que determine qué puede estar originándolos.

Si sospechas que puedes estar padeciendo intolerancia a la lactosa, un gastroenterólogo o médico digestivo, podrá solicitar que te realicen una prueba o examen para descartarlo o confirmarlo.

¿Cuáles son estas pruebas para diagnosticar la intolerancia a la lactosa?

Las más comunes son:

La prueba de aliento. El paciente se presenta en ayunas al laboratorio en donde debe tomar una bebida dulce con lactosa. Transcurridas un par de horas, se realiza una prueba de aliento para validar si su organismo pudo digerirla o no (se mide con los niveles de hidrógeno de la respiración).

La segunda prueba es a través de una medición del pH de las heces. Esta prueba, principalmente, se realiza en bebés cuando hay sospecha de ser intolerantes a la lactosa.

¿Cuáles son los alimentos que contienen lactosa?

Los alimentos más evidentes que contienen lactosa son: la leche, el yogurt, el queso, la nata, la mantequilla, los helados, las bebidas lácteas o malteadas, entre otros.

Adicionalmente, existen otros alimentos procesados que la pueden contener gracias a algunos de sus ingredientes. Por ejemplo: pan blanco, pasteles y bizcochos, galletas, mezclas para puré, salsas, etc.

Por último, puede estar presente en algunos alimentos procesados en forma de “trazas”. Esto quiere decir que, si bien el alimento no contiene dentro de sus ingredientes algún lácteo, el lugar donde fue fabricado sí lo hace y puede existir algún tipo de contaminación cruzada. Normalmente, en estos casos, no suelen originarse malestares, a menos que la intolerancia sea sumamente alta y/o la ingesta del producto sea elevada.

Tratamiento para la intolerancia a la lactosa.

No queda otra opción: minimizar o eliminar el consumo de lácteos.

Cuando la intolerancia es leve, sólo con reducir el consumo de lácteos, la persona puede sentir una mejoría o, inclusive, sentirse bien. Esto ocurre porque el individuo sigue produciendo aunque sea un porcentaje bajo de lactasa.

Cuando la intolerancia es alta, lo ideal es eliminar los lácteos de la dieta diaria (en estos casos, la persona ya no produce lactasa). Adicionalmente, se puede tomar, en forma de suplementos, la enzima lactasa para ayudar la digestión de dichos alimentos.

En cualquier caso, la mejor opción no es automedicarse. Lo ideal es que acudas a un profesional de la salud para que pueda evaluar tu caso y te indique qué plan debes seguir.

¿Qué quiere decir “alimentos y bebidas sin lactosa”?

Cuando un alimento o bebida indica “sin lactosa” no quiere decir que le hayan eliminado ese elemento de sus ingredientes. Lo que se hace es incorporar lactasa, que es la enzima encargada de la disociación de la lactosa en sus dos componentes: glucosa y galactosa. Es por esta razón, que al ingerir estos alimentos las personas sienten que lo digieren mejor.

Ahora bien, hay casos en los cuales las personas, a pesar de ingerir productos sin lactosa, siguen teniendo algún malestar. El motivo obedece a que estos productos tienen una cantidad promedio de lactasa. Si una persona requiere una mayor cuantía de esta enzima, pues notará que la molestia se mantiene.

Por otro lado, estos productos tienen buenos resultados, sí y solo sí, la persona es intolerante a la lactosa. Por ejemplo, si la intolerancia es a la albumina láctea o suero de leche (proteína), entonces no tendrá ningún efecto y los malestares permanecerán.

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