El Eneagrama es considerado por muchos el horóscopo de la psicología. Una de las necesidades que tenemos como seres humanos es adentrarnos en nuestro mundo interior, responder ciertas preguntas sobre nuestra existencia e identificar cuál es nuestra verdadera esencia.
La herramienta del Eneagrama es de mucha utilidad para conocerse a sí mismo y para identificar diferentes aspectos de nuestra personalidad.
¿Qué es el Eneagrama?
El Eneagrama es un método de autoconocimiento que nos permite conectar con nuestro mundo interior. Utilizando la aceptación y el auto-reconocimiento, podemos identificar nuestros dones o virtudes, así como nuestras sombras o debilidades.
En los tiempos actuales, en donde vivimos con tantas prisas, es muy común que los individuos actuemos la mayor parte del tiempo en piloto automático. Es importante hacer un alto, detenernos y evaluar qué ocurre dentro de nosotros. Revisar si nuestro piloto automático realmente nos está conduciendo hacia donde queremos. Vivir y observar más el momento presente, para luego poder tomar decisiones más acertadas. Esto permitirá que nuestras decisiones sean tomadas desde un despertar de consciencia, logrando una transformación plena como seres humanos.
Observando verdaderamente quiénes somos y cuáles son nuestras virtudes, descubriendo cuál es nuestra misión de vida y evaluando en qué parte del camino nos encontramos, es que podemos proyectar y tomar decisiones acertadas de hacia dónde queremos ir. El método de Eneagrama puede resultar de mucha utilidad en este proceso de descubrirse y conocerse a sí mismo.
Diferentes autores indican que el Eneagrama tiene su origen en Babilonia cerca del año 2500 a.C. Es una palabra que procede del griego “ennea” (que significa nueve) y “gramos” (que significa figura, imagen o dibujo), resultando “imagen de nueve puntas”.
Está representado por una estrella de nueve puntas, formada por un círculo, un triángulo y una hexada. El círculo o circunferencia significa la unidad o el todo. El triángulo significa la interacción de tres fuerzas: instinto (cerebro reptil, reptiliano o primitivo), emoción (cerebro límbico o mamífero) y pensamiento (cerebro neocórtex o neocorteza). Y, por último, la hexada que significa la Ley del Siete, en donde todo cambia, evoluciona y se transforma, nada permanece estático.
Tipos de Eneagrama.
Utilizando pruebas o cuestionarios podemos obtener los distintos eneatipos presentes en un individuo. Cada uno de ellos tiene su virtud y su sombra. Todos los seres humanos tenemos un poco de cada eneatipo, sin embargo, unos siempre están más presentes que otros y eso es lo que queremos medir con estos test de personalidad.
Este método establece que un defecto (debilidad o sombra) es un exceso o sobredosis de tu virtud. También indica que, detrás de tu defecto está tu propósito.
Actualmente, el Eneagrama tiene una amplia aceptación en la psicología moderna a la hora de clasificar los diferentes patrones de la personalidad. Existen 9 tipos básicos de personalidad. Veamos cuáles son:
Eneagrama 1: El reformador o el organizador.
Se basa en la perfección y el orden. Son personas ordenadas, prácticas, lógicas, meticulosas, éticas, con sólidos principios, que sienten el deber moral de hacer bien las cosas, perfeccionistas y muy críticas. Pueden ser muy rígidos, ya que no aceptan que otras personas puedan pensar o hacer las cosas de manera diferente. Su sombra es la ira. Se suelen enfadar porque los demás no ven las cosas como ellos. Normalmente, estas personas suelen pensar que “el orden va en función del fondo”. Si quieren evolucionar o transformarse deben comprender que en algunos casos se debe poner el fondo en función del orden.
Eneagrama 2: El ayudador o el servidor.
Se basa en el amor incondicional. Son personas generosas, bondadosas, empáticas, comprensivas, abnegadas, cariñosas y sentimentales, que se preocupan por los demás. Su sombra es el orgullo. Suelen creer que los demás necesitan de su ayuda, pero ellos no. Estas personas comienzan a poner su felicidad en función de la de los demás, al punto que dejan de cuidar de ellos mismos y de atender sus propias necesidades. Para evolucionar o volver al equilibrio deben ayudar a otros sólo si se lo piden, comenzar a amar a otros desde el punto en el que los demás no los necesiten, y comenzar a ocuparse de sí mismos.
Eneagrama 3: El triunfador o el realizador.
Se basa en el éxito. Son personas ambiciosas, orientadas al éxito, enérgicas, que suelen preocuparse por su imagen y lo que piensan los demás de ellos, suelen ser adictos al trabajo, muy competitivos, se paralizan ante el fracaso y tienen miedo al rechazo en su entorno. Su sombra es la vanidad. Suelen vivir de la mentira, ya que se engañan a sí mismos y a los demás, con tal de mantener su aprobación. Para evolucionar deben ser más auténticos, dejando de aparentar y comenzando a reflejar lo que en realidad son en esencia. Solo de esta manera es que se pueden convertir en un verdadero y sincero modelo de persona a seguir. Ser una fuente de inspiración para otros.
Eneagrama 4: El individualista o el creador.
Se basa en el arte. Son personas creativas, intuitivas, reservadas, introspectivas, que sienten la necesidad de ser escuchados, sinceros, sensibles, amantes de lo invisible e intangible y románticos. Su sombra es la envidia o el drama. Se suelen comparar con los demás, pueden sentirse ajenos a maneras tradicionales de vivir, que no encajan en la sociedad o sentirse incomprendidos. Es una personalidad muy común en los artistas, ya que en medio de su drama, es cuando crean. Para transformarse deben dejar de ocultarse del mundo y mostrar su creatividad dejando de lado la autocompasión.
Eneagrama 5: El investigador o el observador.
Se basa en lo intelectual o el conocimiento. Son personas observadoras, innovadoras, analíticas, curiosas, independientes, con gran capacidad de concentración, con destrezas cognitivas que le permiten desarrollar habilidades complejas, a veces pueden tener problemas de aislamiento. Su sombra es la avaricia. Para evolucionar tiene que afrontar de manera saludable que es un pionero, visionario y utilizar su manera única de ver el mundo para el bien común de la humanidad. Que ese “estar a la vanguardia” sea para su propio bienestar y de quienes le rodean.
Eneagrama 6: El leal o el colaborador.
Se basa en la lealtad. Son personas confiables, honestas, responsables, comprometidas, que cuidan a las personas de su entorno, trabajadoras, a veces pueden trabajar demasiado y al mismo tiempo quejarse de ello, pueden ser indecisas e inseguras. Su sombra es el miedo. Para transformarse deben confiar más en sí mismos, ser más independientes y seguir ayudando a quienes lo necesitan.
Eneagrama 7: El entusiasta.
Se basa en la alegría. Son personas positivas, optimistas, que se dejan fluir, que no se suelen preocupar sobre el porqué de las cosas, espontáneas, agradecidas, que pueden minimizar los problemas. A veces pueden ser desordenados, indisciplinados y evaden la realidad. Su sombra es la gula. Para evolucionar es importante que mantengan su alegría y positivismo, pero plantándole cara a la realidad, sin tapar lo malo.
Eneagrama 8: El desafiador o el luchador.
Se basa en el liderazgo. Son personas seguras de sí mismas, dominantes, fuertes, decididas, que sienten la necesidad de estar al mando de todo, pueden ser personas muy retadoras, que intimidan a su entorno. Su sombra es la lujuria. Para transformarse deben controlar esa fuerza, convertir su autoritarismo en liderazgo dentro su entorno, tratar de ayudar a mejorar la vida de otras personas, tener un comportamiento más heroico y sobrehumano.
Eneagrama 9: El pacificador.
Se basa en la paz. Son personas humildes, bondadosas, estables, amables, complacientes, conformistas, pasivas, que evitan los conflictos, se paralizan cuando algo los altera. Su sombra es la pereza o indolencia. Para evolucionar deben ser más activos, y utilizar ese amor por la paz para ayudar a resolver conflictos y a unir a los individuos.
Si deseas realizar un test de personalidad, en la web puedes encontrar distintos tipos. Unos más prácticos y superficiales, pero con menor porcentaje de aciertos, y otros más complejos y minuciosos que te pueden dar un resultado mucho más cercano a la realidad.
Si quieres profundizar más en este método, lo mejor es que te asesores con un terapeuta capacitado en ello.