Saltar al contenido

Diferencias entre la Mente Consciente y la Mente Subconsciente

La-mente-consciente-y-la-mente-subconsciente

Hablar sobre la diferencia entre la mente consciente y la mente subconsciente no es tarea fácil. Es un tema complejo, pero de suma importancia para todos los seres humanos. Aunque nunca hayas escuchado sobre este tema, la relación entre la mente consciente y la mente subconsciente, es algo que afecta nuestras vidas. Afecta nuestra actitud ante la vida, nuestras emociones, el logro de nuestros sueños o metas, nuestras relaciones,… influye en todo.

La mente consciente maneja la voluntad. Por ejemplo, si quiero escribir un correo, me siento frente al ordenador, abro el programa que necesito y lo escribo.

Mientras que la mente subconsciente es involuntaria. Por ejemplo, la digestión, en donde yo no tengo que hacer nada extraordinario para que esa función del cuerpo se realice.

Ahora bien, la mente subconsciente se forma desde el último trimestre de gestación hasta los 7 u 8 años de edad. Permanece allí, sin que yo la perciba ni la juzgue, hasta que somos conscientes de ella.

El 95% de nuestra realidad está atrapada en el subconsciente. Esta es la razón por la que muchas personas quieren lograr algo, lo desean con todo el corazón, pero no logran alcanzarlo. El motivo está en nuestro subconsciente.

Adentrémonos un poco en este fascinante mundo de la mente, veamos sus diferencias y cómo podemos hacer que esta maravillosa máquina trabaje a nuestro favor.

El poder de la mente consciente y la mente subconsciente.

La mente consciente se asemeja un poco a los controles que podemos encontrar en un ordenador o computador. Es una consciencia creativa. Sin embargo, si no almacenamos nada en la memoria del equipo, no podemos utilizarlo, por ejemplo, no podemos escuchar música.

Cuando un ser humano está recién nacido no tiene nada en su mente. En ese momento el bebé no tiene ningún “programa” en su cabeza.

Durante sus primeros 7 años de vida, el niño está en un estado de hipnosis y de aprendizaje (ondas theta). En esos primeros años su mente funciona como un grabador, para luego utilizarlo en el futuro. La naturaleza crea al ser humano para que en esos primeros años de vida aprenda cómo funcionar en la familia, en la escuela y en la comunidad.

Observando a los padres, a la familia, a los amigos, etc., el niño comienza a entender “cómo debe ser su conducta”. Toda esta información va directo al subconsciente y se graba en la mente subconsciente del niño. El subconsciente es la computadora que tiene la información almacenada.

Después de los 7 años, cambia la frecuencia o vibración del cerebro, pasando a ondas alfa y beta. Es aquí cuando el ser humano comienza a tener opiniones y a interpretar el mundo que lo rodea. Ahora ya tiene información en su cerebro y esa data que está ahí la puede comenzar a usar, tal y como ocurre con el ejemplo de la música en el ordenador.

Luego de esa edad, la mente cambia, y se convierte en una mente creativa. La mente consciente es “creación” y la mente subconsciente es solo “grabación” y “reproducción de lo grabado”. Cabe destacar que es esta mente consciente la que se conecta con la espiritualidad.

Desde la mente consciente creamos e imaginamos. Es aquí donde creamos nuestros deseos y sueños. El motivo es que, cuando pensamos la mente va hacia adentro, y cuando imaginamos la mente va hacia afuera.

Apaguemos el piloto automático.

Cuando estamos pensando, nuestra conducta y nuestros actos le pertenecen a nuestra mente subconsciente. Es por ello que al subconsciente le suelen llamar “piloto automático”. El motivo está en que, cuando estamos pensando, no vamos hacia afuera y no ponemos atención consciente del exterior.

Sin embargo, la mente subconsciente tiene capacidades mucho más poderosas que la mente consciente. Un ejemplo de esto es el hecho de que podamos conducir un trayecto completo conversando con alguien, sin estar realmente conscientes del acto de conducir.

Esto es algo sumamente importante a tener en cuenta. Cuando la mente consciente no pone atención, la mente subconsciente toma las riendas como si fuese un piloto automático. Es decir, estamos siendo guiados o manejados por todo lo que está grabado en la mente subconsciente.

Investigadores científicos afirman que el 70% de lo que vivimos cotidianamente nos está auto-saboteando y nos está poniendo en un estado negativo. Por tanto, el problema está en que nos pasamos pensando el 95% del día. Es decir, el 95% del día estamos siendo manejados por cosas que ni siquiera sabemos que tenemos, porque están grabadas en nuestro subconsciente. Cuando esos programas están funcionando y nos están manejando, no nos damos cuenta porque nuestra mente consciente está haciendo otra cosa.

Estos programas vienen de nuestra familia, sociedad, amigos, maestros, etc. Si el 70% de esos programas son negativos y NO nos empoderan, es cuando comenzamos a tener dificultades en lograr las cosas que queremos. Nuestros deseos y metas están en nuestra mente consciente, pero ésta funciona sólo un 5% del día. Por tanto, nos pasamos el 95% del día viviendo con programas que corresponden a otras personas.

Lo cierto es que no podemos ver a simple vista cuáles son los programas que tenemos en nuestro subconsciente, pero sí notamos que nuestra vida no funciona como quisiéramos. Realmente, somos nosotros mismos los que causamos esas dificultades, sólo que lo hacemos de manera inconsciente.

¿Cuáles son las creencias o paradigmas que tenemos en nuestro subconsciente?

Para cambiar esos programas que NO nos sirven y NO nos aportan nada a nuestra vida, lo primero que tenemos que hacer es poder identificarlos, es decir, saber cuáles son. Tenemos que mirar qué cosas en nuestra vida funcionan como queremos, para identificar en primera instancia qué programas están a nuestro favor.

Luego vamos a observar, de la manera más objetiva que podamos, aquellas situaciones en las que, a pesar de trabajar muy duro, no logramos conseguir una meta o sueño. Vamos a explicar esto con un ejemplo: Vamos a plantear el caso de una persona que siempre elige como pareja a alguien que no le conviene. Es decir, vamos a revisar cuál es el programa (creencia o paradigma) que nos puede llevar a buscar siempre a la pareja incorrecta.

Muchas personas no responden positivamente ante la afirmación “me amo o me quiero”. Lo primero que viene a nuestra mente son críticas que nos dijeron cuando éramos pequeños. Un ejemplo de crítica interna podría ser: “no soy lo suficientemente bueno o inteligente”. Por tanto, cuando una persona se acerca a decirnos y demostrarnos que nos quiere, automáticamente y de manera inconsciente, lo sacamos de nuestra vida. Las críticas internas se apoderan de nosotros y no nos creemos merecedores de ese amor.

El detalle está ahora en saber cómo podemos cambiar un programa, una vez que lo hemos identificado. Cambiar un programa que está grabado en nuestro subconsciente no es tarea fácil, pero no existen imposibles si eres perseverante.

Cambio de creencias y paradigmas.

Como explicábamos al comienzo de este artículo, cuando somos pequeños (hasta los 7 años) nuestro subconsciente se va cargando de manera acelerada con todos los programas que requiere. Esto lo logra porque las ondas cerebrales de un niño vibran en una frecuencia que permiten que esto sea así. A estas ondas se les denomina ondas theta y alfa. A esta fase también se le conoce como hipnosis o vibración con frecuencia por debajo de la consciencia.

Después de esa edad, nuestro subconsciente sigue aprendiendo y, lo que es más importante, desaprendiendo programas. Cuando somos adultos y estamos en estado de consciencia plena, nuestro cerebro funciona en ondas beta. Cuando estamos más relajados estamos en ondas alfa; y cuando nos vamos a dormir estamos en ondas theta. Es en esta última frecuencia cuando más se activa nuestro subconsciente.

Una manera de reprogramar nuestro subconsciente es escuchando afirmaciones o información que nos empodere mientras dormimos. Cuando estamos durmiendo (ondas theta), nuestro subconsciente recibe esta información y comienza a grabarla. A esto se le conoce como auto-hipnosis.

Otra manera de hacerlo, mientras estamos despiertos (ondas beta), es mediante la repetición. Cuando queremos incorporar un nuevo hábito en nuestra vida, por ejemplo sonreír más, debemos repetirlo y repetirlo de manera consciente, hasta que lo internalizamos y terminamos por hacerlo de manera natural e inconsciente.

Igualmente ocurre con los programas que tenemos grabados en nuestro subconsciente. Hay una frase que dice “fíngelo hasta que se haga realidad”. Por ejemplo, si diariamente y constantemente nos repetimos “soy feliz”, aunque al principio no lo creamos cierto, con las repeticiones diarias se irá grabando en nuestro subconsciente. Y con el paso del tiempo se generará esa felicidad en tu vida.

El Dr. Bruce Lipton (padre de la epigenética) dice que “la función de la mente es crear coherencia entre nuestras creencias y la realidad”. Por tanto, si el 95% del día pienso que soy una persona querida y amada, a la larga atraeré situaciones y personas que comprueben ese pensamiento y ese sentir. Es aquí cuando nuestra mente subconsciente realmente va a estar actuando en función de las cosas que queramos vivir. Volviendo al caso de la persona que sólo buscaba parejas incorrectas, pues al tener un nuevo programa en su subconsciente, atraerá a su vida una pareja diferente: una persona que se corresponda con ese nuevo programa o creencia basado en el amor.

La meditación como gran aliado.

La mente consciente y la mente subconsciente tienen que estar alineadas para poder vivir una vida que realmente deseemos. Trata de vigilar en qué estás pensando y te darás cuentas que, en muchos casos, no son cosas positivas. Por eso es importante observar cuáles son nuestros pensamientos.

Cuando pensamos conscientemente en algo que “no podemos hacer”, y nos damos cuenta que se trata de un “pensamiento subconsciente”, es cuando podemos actuar y entonces podemos cambiarlo. Aquí radica la diferencia entre tener una vida frustrante o una vida creativa y acorde con lo que realmente deseamos experimentar.

La-mente-y-la-meditacion

Es importante que paremos de pensar y comencemos a sentir. Para lograr esto la meditación o el mindfulness son de mucha utilidad. Si observamos los programas (pensamientos, paradigmas y/o creencias) que NO nos funcionan en estos momentos y los remplazamos con otros que nos permitan lograr nuestros sueños o metas, nuestro subconsciente va a estar funcionando con hábitos positivos y nos sentiremos mucho mejor y felices.

Por ello, detén el “piloto automático” en tu vida, observa en qué estás pensando. ¿Es algo positivo para ti?, continúa con ese pensamiento. Por el contrario, ¿no te aporta nada y te aleja de tus metas?, deséchalo y cancélalo de inmediato y dirige tu mente a algo positivo. Al comienzo te parecerá algo difícil, pero recuerda que la práctica hace al maestro.